martes, 31 de diciembre de 2013

¿Qué voy a hacer con todo el tiempo que era tuyo?


¿Con la implacable pausa precaria en que no estás?
¿Con el largo paréntesis en que te vas a convertir?
¿Con qué otras historias llenar el espacio en que estás metido?

¿Qué hago con todas estas palabras?
¿Tendré que guardarlas para tejer con ellas colchones de nubes a donde emigrar?
¿En dónde guardar tantos buenos días y buenas noches?

¿Qué hago con todas estas horas y minutos y segundos vacíos?

vacíos sin ti


jueves, 7 de noviembre de 2013

jueves, 3 de octubre de 2013

Y cada esquina de tu cuerpo toma forma en la canción que después de tantos meses sigue sonando en mi memoria.

lunes, 23 de septiembre de 2013


Porque la mañana viene y está llena de todas las palabras que han ido cayendo en el silencio de luces a medias y sábanas rojas. Porque la oscuridad es y tus manos también, y todas las salibas derramadas, las miradas que se cruzan y no quieren, las manos que se recorren, las pieles que se descubren cada vez y más, más cerca una de la otra. Porque la neblina se levanta y no hay canción en la que no estés, palabra en la que no estés, sonrisa en la que no estés, porque te reís y me dan ganas de ser cascada, porque te metés en cada rincón imaginado, porque detrás de las puertas somos otros, de otras historias, cuerpos y deseos, porque detrás de las puertas soy yo, yo misma, con las ganas de reírme porque no existe más que esto, más que tus manos y tu cuerpo y tu lengua y tu boca con ganas de convertirme en agua que escapa a donde quiera... Porque te miré y me miraste, porque el sol salió y nos quedamos sin palabras, porque el mar sonó lejos y cerca, porque descubrimos el sabor de nuestros labios...

Por eso estoy aquí y la mañana no amanece.

Por eso estás en cada letra y palabra.

viernes, 24 de mayo de 2013


te metés entre mis sueños y las ideas que pienso. entre el día la noche y mis fantasias. entre el trabajo, el libro que leo y todas sus letras y palabras. te metés en la luna llena y  su color adivinado, entre el silencio de la noche y su color estrellado, entre el nocturno de Chopin y la punta de mis dedos. te metés en esto que escribo sin pedirlo ni pensarlo y en la mirada a la pared en blanco y al vacío. en el café que me tomo a horas y deshoras, en la cerveza y su espuma que sube, te metés entre las sábanas y todas las historias que quiero escribir en tu espalda, te metés en mis suspiros, en el color rojo de mis labios, en cada movimiento de una consonante en mi lengua, te metes en cada poro de mi piel, en mis ojos y mis manos y mi pelo y mis brazos y entre mis piernas. te metes en mis recuerdos, los recuerdos más felices. 

viernes, 3 de mayo de 2013

El día que amaneció.

Noche.
Cielo.
Luciérnagas transtornadas.
Luces.
Silencio.
Miradas que se clavan.
Sonrisas.
Pestañas.
Palabras que no acaban.
Digo.
Decís.
Carcajadas en cascada.
Cuerpos.
Pieles.
Fantasías desatadas.
Bocas.
Lenguas.
Salivas derramadas.
Humedad.
Misterio.

Luz.
Mar.
Océano.

Una historia nunca terminada.


martes, 2 de abril de 2013

De una manera u otra.

Vos y yo tomando un café en algún lugar de esos que por tu ciudad deben abundar. Imaginátelo. Vos pedirías un Mocca. Yo, un Americano. Vos harías broma de eso. Estoy segura. Yo no pararía de verte a los ojos tratando de adivinar al tipo que conocí sin querer por una foto que se parecía a la mía. No voy a saber qué decir y de seguro vos tampoco. Todos los temas infinitos que compartimos van a parecer dormidos, escondidos o perdidos.

Yo voy a hacer una broma de eso, pero en el fondo voy a querer salir corriendo, porque a esas alturas me voy a dar cuenta de que la química es más fuerte en persona y voy a recordar todas las frases que hasta entonces nos hemos dicho y no sé si podría ser menos cálida o vos podrías contenerte.

Obviamente después de un viaje como ese, salir corriendo sería lo menos apropiado y voy a tener que sonreír y pestañearte un poco y vos vas a reírte con esa risa que ya conocemos, como cascada.

No sé a dónde va ir a parar esto, seguro no tan lejos como cinco mil kilómetros o más. Lo cierto es que paso de una dependencia a otra, esperando tus palabras como un hechizo.

sábado, 30 de marzo de 2013

Ese no es el hombre de tu vida

Deberías saber que el hombre de tu vida no existe. Ese, al que vas a ver con ojos de gata y con ganas de que se meta en tu cama, no es el hombre de tu vida. Tal vez te termines casando con él y vivas muchos años pensando que sí, que sí es, y se van a dar regalos para los aniversarios, Navidad y todos los cumpleaños y van a caminar agarrados de la mano, la gente los va a ver pasar y dirán -allí van el hombre y la mujer de sus vidas- pero en el fondo los dos sabrán que no, que tal vez hay otro y sin querer un día te encontres al otro en una esquina, tal vez ni se miren, ni se volteen a ver, pero en ese infinito instante te lo vas a cruzar, ni lo vas a saber y vas a seguir tu vida como si nada. Creyendo que el que va a la par tuya es.

El hombre de tu vida.