Tengo hambre
Sueño
Tristeza
Ganas de huir
Ganas de enroscarme en una cama de sábanas blancas. Yo sola. En un cuarto que tenga una puerta abierta que da al mar. La brisa hace que las cortinas, también blancas, se eleven. No hago nada. Solo estar allí enroscada, viendo las cortinas, la puerta y más allá el cielo azul y el mar.
Tengo ganas de huir, huir de mi misma y de todo esto. De tener que pensar todos los días. Estoy harta de medir mis palabras para no lastimar a nadie. Estoy harta de ser tan controlada y que de pronto me salga el monstruo sarcástico y despiadado y hablarle mal a la gente.
Solo quisiera que alguien se preocupara por mi también y me tratara con suavidad, no como a la mujer dura que aparento ser, solo quisiera cansarme de parecer fuerte y que todos quisieran cuidarme y protegerme. Pero no, todos solo quieren refugiarse en mi, que yo sea fuerte para apoyarlos. Pero yo solo quiero enroscarme y no hacer nada, solo ver la puerta, el mar y el cielo.
Mañana es fin de semana y no quiero. No quiero pensar en el desayuno, en el almuerzo, en la cena. No quiero ser alegre y sonreír, porque ya no quiero. No quiero fingir una felicidad que no tengo, porque estoy cansada. Y no quiero entender a los demás, y que me vengan con el cuento de que los demás también tienen problemas y tal vez más grandes, ¿Porqué yo tengo que entender a los otros cuando los otros no me entienden a mí? ¿Porqué tengo que ser yo la que siempre entiende? ¿Porqué no pobrecita yo? Cargando los problemas y el stress como si fuera mi obligación. Ya no, no quiero.
Ni siquiera es mi vida, es la vida de los demás la que estoy viviendo. Me estoy rebalsando… A lo lejos canta Ricky Martín “Tu Recuerdo”… Y eso es todo: esperar que algo pase, algo bueno, algo alegre, algo que me demuestre dónde está mi vida… No sé, tal vez buscando entre todos los escombros.
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