sábado, 16 de octubre de 2010

Ellos dicen.

Cuatro meses después, mientras firma los papeles del divorcio, me dice que perdió catorce años de su vida...

La sicóloga, terapeuta, consejera o como diablos se llama me dice que siga escribiendo este blog, que no importa si alguien me lee o no... Que escriba, escriba, escriba.

Mi hijo de trece años maldice todos los días al papá. Dice que lo quisiera ver muerto.

Mi jefe, con quien nos besamos en una fiesta hace años, me mira todos los días con ojos diferentes y me dice que demasiado me tardé en separarme de ese hijodeputa -como si no supiera que fue él quien me dejó a mí-.

Mi compañero del escritorio de al lado me trata como si estuviera enferma, me dice todos los días que me dé tiempo para sobrepasarlo... Y me invita casi todos los viernes a salir.

Yo no digo nada. Solo quiero dormir o mirar el techo.

2 comentarios:

  1. Y, dígale a la terapeuta-psicóloga-consejera que encontró quien le leyera, con detenimiento y profundidad.

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  2. Gracias de verdad, espero que no le parezca aburrida mi vida. La escribo aquí, porque no tengo a quien contarsela.

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